ESTUDIANTES: APIZZATO, BILBAO, MINNITI, RECIO, TEVES BEJAR
Actualmente en Argentina los campos de deportes son pintados mediante máquinas muy rudimentarias, que se mueven por energía humana. Estas, utilizan unos rodillos para marcar la línea que funcionan por acción de la gravedad y su capacidad de pintura es reducida. Y presentan distintas dificultades en las tareas de pintado, ya que algunas necesitan recarga constante.
En el mercado internacional estas máquinas poseen motores que accionan una bomba para logar un mayor poder de aspersión y guías que le permiten pintar de manera recta. Además, tienen mayor capacidad de pintura sin necesidad de recargar la máquina durante el trabajo. Estas resultan pesadas para trasladar e implica mucho tiempo de trabajo forzoso.
Es por esto, se propone diseñar una máquina autónoma para pintar el terreno de canchas de juego. Con este sistema no se requerirá una marca previa en el terreno para poder realizarlo, se brinda un ahorro de tiempo y personal, precisión en los movimientos, por lo tanto prolijidad y un desperdicio de pintura casi nulo. Además el diseño responderá a un acabado más estético de la máquina, en general, con una adecuada protección de sus componentes.
Para pintar una cancha de futbol, se necesita hacer líneas rectas de 150 mm de ancho, ángulos a 90º, círculos de 220 mm de diámetro, semicírculos y recorrer aproximadamente 800 m de distancia. Para que la máquina autónoma realice esta labor en 30 minutos aproximadamente debe tener programados todos sus movimientos en un sistema hardware de arduinos, quien le suministrará determinadas órdenes a los motores y al sistema de aspersión. Necesita además baterías para otorgarle energía a dichos componentes. Asimismo la máquina requiere de una estructura resistente para cargar y proteger todos los elementos que en conjunto pesan cerca de 70 kg. Así la máquina cumplirá con todos los requerimientos preestablecidos para su óptimo funcionamiento.
Para pintar una cancha de futbol, se necesita hacer líneas rectas de 150 mm de ancho, ángulos a 90º, círculos de 220 mm de diámetro, semicírculos y recorrer aproximadamente 800 m de distancia. Para que la máquina autónoma realice esta labor en 30 minutos aproximadamente debe tener programados todos sus movimientos en un sistema hardware de arduinos, quien le suministrará determinadas órdenes a los motores y al sistema de aspersión. Necesita además baterías para otorgarle energía a dichos componentes. Asimismo la máquina requiere de una estructura resistente para cargar y proteger todos los elementos que en conjunto pesan cerca de 70 kg. Así la máquina cumplirá con todos los requerimientos preestablecidos para su óptimo funcionamiento.
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