A partir del año 2006 la Fundación Garrahan impulsó un programa de reciclaje de tapitas con el fin de obtener recursos económicos para apoyar el desarrollo integral del Hospital. Es por ello que recolectan las tapas de gaseosas y agua mineral mediante un “tapitómetro” que se sitúa en diversos espacios de concurrencia masiva, como supermercados y shoppings. Son contenedores estáticos que dejan ver su contenido para fomentar el llenado de los mismos. Cuando se llega a un tope estimado, se retiran las tapas y se las transporta a un centro de reciclaje.
Es de suma importancia separarlas para obtener un producto reciclado de calidad, en donde no se encuentren impurezas y se pueda mantener una estabilidad de color en los
productos realizados. Las tapas están hechas de polipropileno (Codificación internacional PP, grupo 5) y son 100% reciclables, lo que las transforma en un insumo sumamente valioso para la generación de nuevos productos.
La Clasificadora de Tapas es un proyecto enfocado en automatizar el proceso de separación de las tapas en sus respectivas categorías de color, para obtener un incremento hasta de un 70% de su valor de venta original. Un aspecto fundamental del proyecto, es que realiza la separación en origen, evitando el proceso posterior de clasificación manual en los centros y cooperativas de reciclaje. Reemplaza al tapitómetro
estático y convencional, ya que cumple la función de recolección, clasificación y almacenaje en contenedores diferenciados, dejándolas listas para su venta como materia prima. Es así como pueden ahorrarse pasos durante todo el ciclo, logrando un reciclaje eficiente.
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